Claves Líricas

En Claves líricas (1930) agrupó Valle-Inclán sus tres únicos libros de poemas. Evoca Aromas de leyenda (1907) un mundo poético de carácter tradicional, apegado a la tierra galaica, donde el espíritu religioso, el paisaje nativo y la época medieval conforman un idílico paraíso. El Pasajero (1920), último en publicarse pero que Valle-Inclán insertó en segundo lugar, reconstruye el proceso estético y vital de transición del modernismo al esperpento, con elementos autobiográficos y un tono de amargor existencial. Finalmente en La Pipa de Kif (1919), culminación de su poesía, reviven ecos del vanguardismo expresionista europeo, en unos poemas de tono esperpéntico, simbolista y maldito que recrean una temática social.