Puñal de Claveles

Pura apareció en la puerta del solitario cortijo, puso la mano derecha como toldo a los ojos y tendió la vista a lo largo del camino, que se extendía zigzagueando entre los declives de las montañas. La protagonista de Puñal de claveles es pedida en matrimonio por el contrabandista y dueño del cortijo de los Tollos, Antonio el Peneque, algo que ella acepta «sin alegría y sin repugnancia». La autora se inspiró en el llamado crimen del Cortijo del Fraile —que tuvo lugar en 1928 y que, como recogió la prensa de la época, fue un suceso con repercusión en todo el país— para escribir una novela amena, liberadora y apasionante.