Archivos Mensuales: junio 2020

Las Pascuas del Tiempo

Pocas veces un poeta y una obra han representado de forma tan extrema el esplendor y la miseria, la magia y el artificio de la modernidad. El travestido de la muerte, como lo denominó Ángel Rama, llevó a sus límites la retórica modernista pero no en tanto suma de lo más vicioso del movimiento, sino como expresión autocrítica e irónica de la parafernalia que muchas veces lo constituyó.

Los Éxtasis de la Montaña

Tanto como en su poesía, en su vida Herrera y Reissig fue ejemplo del estilo modernista: leyenda negra tejida en su torno, con motivo de su incurable enfermedad; horas y horas integrando enáculos, defendiéndose y atacando a la vez a la incomprensión y la chatura mental de la sociedad burguesa (piénsese en La Torre de los Panoramas); crecientes dificultades económicas; incomprensión del público, cuando éste no recibe lo que acostumbra y el artista lo desafía con su afán de renovación y sus demostraciones de audacia.

Tartufo

Orgón es un personaje bastante importante que ha caído bajo la influencia de Tartufo (Tartuffe es el nombre dado a la trufa, es un hongo escondido bajo tierra), un falso devoto, que busca quedarse con todos los bienes de Orgon. De hecho, los únicos que no se han dado cuenta de la verdadera naturaleza de Tartufo son Orgón y Madame Pernelle, su madre. El mediocre y ladino Tartufo exagera la devoción y ha llegado a ser el director espiritual de Orgón. Este aventurero está tratando, además, de casarse con la hija de su benefactor, al tiempo que trata de seducir a la segunda esposa de éste, Elmira, mucho más joven que su marido. Una vez desenmascarado, tratará de aprovecharse de unas donaciones (firmadas) que Orgón le ha transmitido para tratar de echar a éste de su propia casa…

El Enfermo Imaginario

En su última obra, el dramaturgo francés presenta a ese tipo de enfermo imaginario que ha existido siempre: aquel que estando totalmente sano se siente enfermo, se cree débil y lleno de achaques y se cuida —al mismo tiempo que se hace cuidar— extremadamente para aliviar esos males que imagina. Y exige que todos los que viven junto a él giren alrededor de su enfermedad. A pesar de sus muchas escenas caricaturescas y divertidas. El enfermo imaginario es una comedia dramática. Argan, en su egoísmo, es la imagen de la incomprensión; procede injustamente, y hasta en forma perversa, con su hija, sin importarle sacrificar su felicidad. El desenlace es sencillo y natural, y las escenas finales son hábiles y cuidadosas. Todo ello y la maestría del autor para enfocar el tema central explican la vigencia actual de esta obra que tiene ya varios siglos.

La Máquina del Tiempo

Obra que se halla en los inicios de la novela de ciencia-ficción La máquina del tiempo (1895) sigue conservando el mismo poder de fascinación y vigor narrativo que le valieron el éxito inmediato en el momento de su publicación. Afortunada síntesis de los conocimientos científicos del autor, del maquinismo que hacía furor en la época y de la visión escéptica de H. G. Wells (1866-1946) respecto al rumbo tomado por la sociedad que le tocó vivir, el relato ­es un clásico­ que describe un futuro inquietante en el que dos razas semibestiales, los eloi y los morlock, comparten en una peculiar simbiosis un planeta extraño y desolado sobre el que se han cernido catástrofes y transformaciones, pero en el que brilla aún, como tenue esperanza, un hálito de humanidad.
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