Cándido

Desde un punto de vista sardónico, la obra sigue las peripecias del protagonista Cándido en su primer encuentro con el precepto del optimismo leibniziano de que «todo sucede para bien en este, el mejor de los mundos posibles» y en una serie de aventuras subsecuentes que refutan de forma dramática el famoso precepto a pesar del obstinamiento con el que el personaje se aferra a éste.